Sobre el cuadrilátero
la nostalgia
amenaza con defender
su título.
Todos realizan sus apuestas
ignorando que nadie
gana abrazandose a ella.
Los golpes bajos,
el quiebre
de huesos y reglas
están a la orden del día.
Arrinconadas contra
las cuerdas, las vocales,
se encarnan en sollozos,
todos de rodillas
todos de rodillas,
implorando
que se apaguen las luces
que los ojos se
abandonen al desmayo,
mientras las cajas ruidosas
reproducen el estruendo de la derrota.
Contra las cuerdas
Contra las cuerdas
perdiendo la cordura,
olvidando fragancias
sabanas y caídas,
olvidando que
en el cuadrilátero
siempre se habita,
y siempre seremos
habitados,
por todos aquellos
con quienes
chocamos nuestros guantes.
viernes, 15 de junio de 2012
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